jueves, 3 de abril de 2008

Mudanzas

Finalmente he dejado mi piso de Mahón. De hecho lo dejé a principios de Agosto, cuando vine a Ca'n Friki, pero por prudencia, por no saber cómo nos iba a ir a todos juntos por acá, por si acaso la dueña de la casa se trastornaba y nos echaba, y sobre todo por la pereza de hacer la mudanza, busqué a quien re-alquilarlo con muebles incluidos y así demoré un poco la decisión.

Conseguí colocar allí al Gerente (otro de mis jefes, tengo unos seis como en "Trabajo Basura", cuánta verdad en una sola película!...), que viene a la isla sólo de lunes a viernes, con lo cual me aseguraba de que no me iban a despedir, puesto que él se quedaba sin casa, jeje. Pero al final él ha encontrado otra casa más cómoda, porque esta le resultaba demadiado fría, decía. ¡Claro, como que no encendió la estufa en todo el invierno, y no fue capaz de comprarse una manta ni un edredón para la cama!! Estos treintañeros que aún viven con su madre son un poco inútiles, no?
...
Son las 8,30!! Me tengo que duchar e ir a trabajar. Entro a las 9. Espero que me dé tiempo... ¡Ah, claro que sí! Esto es Menorca, es otro tipo de isla!
...
Continuará...
...
Ya estoy de vuelta.
Como iba contando, mi re-alquilado ha encontrado otra casa y yo paso de buscar nuevos inquilinos ni meterme en más problemas. Así que, ni corta ni perezosa, llamé al casero que está nada menos que en Australia (de verdad, de verdad) y le convencí de que me comprara los muebles y enseres varios que tenía en el piso.
Y aun así, he tenido que traerme un montón de cajas de libros, CDs, ropa, cachivaches, herramientas y repuestos de bricolage, manuales de informática, cables, papeles,... y he tirado otro tanto.
Me agobio ahora, a posteriori, de la cantidad de basurilla que acumulo, y que en realidad no necesito. He pasado siete meses, los que llevo en Ca'n Friki sin echar de menos todo lo que se quedó en el piso (salvo el lavavajillas, que he rescatado e instalado para mi alegría y la de los que no nos gusta fregar), y peor aún había cosas que no he usado en los tres años que llevo en la isla: ropa que nunca me volveré a poner, porque, seamos realistas, si alguna vez llego a adelgazar como para volver a entrar en esa talla estará pasado de moda, o comido por las polillas. Y, qué coño, pues me compraré ropa nueva.
Ahora me toca pasar los próximos días ordenando "mis aposentos" y colocando todas estas cosas que ya no sé si quiero conservar conmigo.
Y reflexiono: cuando en mi tierna juventud me independicé y salí de casa de mis padres, el tener todos estos obletos míos propios a mi alrededor me daba sensación de seguridad. La cajita de madera pintada con témperas donde guardaba "mis tesoros": esos pequeños recuerdos, entradas de cine o conciertos a los que asistí con alguien especial, pendientes o pulseras de bisutería que otro alguien me regaló, la caja metálica de galletas donde guardaba las fotos... Todo era como las ramitas con que un pájaro hace su nido, colgado en cualquier sitio, pero suyo.
Ahora todo esto me estorba: los apuntes de la universidad los tengo en PDF, los CDs ocupan demasiado sitio y elimino las cajas para meterlos todos en carpetas de 100 o más, los libros... éso es lo qe más pena me da, pero al final tengo que seleccionar y quedarme sólo con los que me gusta volver a leer. Acabaré emulando a Carvalho/Vázquez-Montalbán y utilizando los peores para encender la chimenea, y dejando los mediocres abandonados por los bancos del puerto y por las mesas de los bares, en espera de que otro lector los recoja.
En fin, que me hago el firme propósito de no comprar nada que no necesite. Bueeeeeno, libros sigo comprando, pero los regalaré cuando los termine. Pero nada más. Si me compro unos zapatos será porque se me hayan roto los anteriores, o tiraré un par viejo: sólo admito diez pares entre invierno y verano, los que me caben en mi zapatero. Y ropa lo mismo: sólo la que me quepa en las perchas que tengo. O menos.
Ya sé..., ya sé que con mi actitud no voy a relanzar la economía de este país. Pero que no se preocupe el Sr. Solbes: todavía queda mucha gente que piensa que tener más cosas equivale a ser más feliz, y que cree que la insatisfacción sexual se quita comprándose un par de zapatos o una faldita monísima.
Yo sólo quiero poder viajar ligera de equipaje.
Bona nit

Escrito por maroche el 12/03/2008 08:14


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