domingo, 29 de marzo de 2009

LA ENCUESTA DEL FINAL


los primeros días, al publicar el blog pusimos una encuesta haia el final, en que os animábamos a hacer apuestas sobre el futuro inmediato que nos esperaba.

No me acuerdo cuántos días puse de margen para poder votar, pero... calculando que empecé el blog en nov-07 y estamos acabando mar-09.. 400 y pico días, DE LOS QUE SOLO QUEDAN SIETE!!!

Algunos compañeros de trabajo ya nos dijeron hace muuuuuucho tiempo, que no nos daban más de tres meses, pero mira por dónde, nos gusta reventar las apuestas. Y con año y medio largo de convivencia, con algunos roces (de los buenos y de los malos, de los que pican) seguimos juntos.

Hubo una pequeña crisis, hacia el primer aniversario, en que descubrimos que nuestro punto débil no sería la basura (porque nadie se acuerda de sacarla: hay que llevarla en coche al pueblo más cercano), SINO LA NEVERA. Hasta hubo algún lector (sé que fuiste tú, JuanRa) que empezó a poner votos en "Les quedan dos telediarios". Pero no llegó la sangre al río.
Últimamente, y ya con menos acritud, volvemos a discutir por la nevera, LAS NEVERAS, desde que llegó Merche y se trajo todo lo que tenía en la suya.
La nevera estaba realmente PETADA, con montones de cosas. Y como siempre, aparece Fer con su solución salomónica:"Podríamos tener una balda para cada uno" "¡Pero no te das cuenta que no hay cinco baldas!! ¡Qué quieres, que tengamos cinco briks de leche, cinco botellas de vino, cinco lechugas y cinco kilos de tomates???"
Es alucinante, que seamos tan terriblemente individualistas que no seamos capaces de ponernos de acuerdo para comer lo mismo los cinco. Además, somos tres que tomamos leche semidesnatada, pero Merche toma desnatada por la mañana y de soja por la tarde...
¿Y el misterio de los SIETE TARROS DE MOSTAZA que había en la nevera???
¿Y los cinco o seis tarros diferentes de mermelada, empezados todos? "Pues es que cada día me apetece uno distinto", Merche dixit.



domingo, 15 de marzo de 2009

La vuelta de Nemo

Ante la imposibilidad de conseguir las fotos de la fiesta de carnaval, más allá de la que me saqué con el móvil mientras terminaba de arreglarme,
pasaremos a hablar de la vuelta de Julián.


Casi fue más larga la despedida que la ausencia, porque si se marchó el 4 de febrero, soltando la lagrimilla en la cubierta del barco, un par de semanas más tarde me llamaba:


--Marian, ...
--¡Hola!, qué sorpresa! cómo levantado tan temprano (eran las 11 de a mañana)?
--...que me ha llamado el constructor!
--??¿¿ ¿Qué constructor?- no sabía de qué me estaba hablando. Las últimas noticias que tenía era que andaba por Sevilla...
--El de la obra de Menorca, del aeropuerto. Me ha llamado esta mañana y me dice que qué hago en Sevilla, que tenía que estar ya en Menorca, que empiezan YA!
...
Así que tras unos cuantos gimoteos "ahora-no-quiero-ir", "Pero si me acaban d dar el alta: no hace ni una semana que estoy en el paro y ya me ponen a trabajar" y "Voy a pedir un pastón para demostrarle que no voy a ser rentable", al final, el muy cabrón, porque no tiene otro nombre, ha conseguido un puesto aún mejor que el que tenía antes. Por mucho que se queje de que la obra va a ser aburrida, de que las relaciones con la dirección van a ser un marrón, pues ha conseguido su sueldo, coche de empresa, que le paguen el alquiler y no sé cuántos más.
Y claro, como Merche estaba ya ocupando su habitación, y él tenía ganas de independencia, consiguió contactar con el antiguo casero de Merche y alquilar su piso, pero, eso sí, 150€ más barato que ella (que para algo estamos en crisis) y con plaza de garaje incluida. Merche estaba que se subía por las cortinas, de la indignación.
En fin, que me alegro un montón que esté de vuelta. Aunque a veces se pase con su pose de mártir, y le cuente a todo el que le llama por teléfono lo desgraciado que es por estar de vuelta en la isla, que se siente como en el destierro, y lo mucho que echa de menos a sus AMIGOS-DE-VERDAD de Madrid. Hay veces que no puedo por menos que sentirme un poquito menospreciada con todo ese rollo, y me dan ganas de soltarle cuatro frescas y decirle que si tan mal se lo pasa entre nosotros, que coja los trastos y se largue con viento fresco. A ver hasta donde llegaba.
Quedan muy pocos días para cerrar la encuesta, espero vuestros votos