jueves, 25 de diciembre de 2008

Navidad, Navidad, Dulce Navidad

Y por fin hemos salido cada uno hacia su nido familiar, a celebrar las fiestas con los que casi no nos ven en todo el año.


Muchos se lamentan de lo forzado de estas reuniones familiares, pero a mí ahora me apetece reunirme con mis hermanos. La verdad es que sí que tenemos muchas en común y nos llevamos muy bien todos, por lo que nuestras comidas familiares llegan a ser muy divertidas.

Seguramente el hecho de pasar tantos meses alejados de aquellas personas que a menudo nos parecieron un auténtico coñazo: la madre protectora y el padre maestro censor, que criticaban continuamente nuesros actos y decisiones y nos instaban "a volver al redil", los hermanos menores cursis e insoportables, los mayores con neuras e insoportables... ahora se han desdibujado un poco y podemos aguantarlos con ánimo más benevolente.


QUE CONSTE, que el párrafo anterior va por las familias de mis amigos!!! La mía siempre ha sido estupenda, y la única cursi con neuras he sido siempre yo (¡por Dios, Marián, que te lo van a leer todos!)


Así pues, después de la comida de la empresa del 19, la fiesta de c'an friki del 20 (con psicodelia y todo), la resaca del 21 y las maletas y la limpieza del 22, me fui para Valencia, perdiéndome la comida pre-Navidad en Orihuela. Así no hay forma de hacer dietaaaaaa!!!!


Desde hace un montón de años, cuando cedimos los derechos sobre las tierras de Orihuela a la familia de mi fallecido padre (apenas una octava parte de una quinta parte de una sexta parte de poco), los tíos y primos de allá nos invitan cada año poco antes de Navidad para obsequiarnos con productos de la huerta: verduras, escarolas, naranjas, apio, en cantidad suficiente para montar nuestro propio puesto en el mercado, Y UN PAVO criado por ellos mismos, de corral. Organizan una fiesta mientras sacrifican al animal, que por el tamaño debe requerir ayuda de las COES, y nos/se ponen ciegos de guisado de pelotas, vino de la bodega del tío "Pelanas" (más de 15º de alcohol) y mantecadas caseras.Como yo no pude ir este año porque estaba todavía con la resaca, (y no me iba a perder la fiesta de Ca'n Friki, después de hacer venir a JR desde Madrid), y aunque no tuve el honor de sostener la patita al pavo durante el degüello, me ha tocado repartir y congelar el despiece. Tenemos 18 kilos de carne en el congelador. Y esta nochebuena, para más inri, hemos comido cordero.

3 comentarios:

boticcario dijo...

Que tengas una feliz entrada de año y que los reyes te traigan todo lo que deseas.

Muchos Besos

Anónimo dijo...

así que era verdad que con un muslo de pavo comen 20!!! mare meva del meu carrer!

maroche dijo...

Efectivamente, unas navidades sacamos a la mesa una de las patas del pavo, asada e inyectada de brandy, en filetes, y aún sobró. Me río yo de la multiplicación de los panes y los peces!! Esto es lo que hace mi tía con un poco de "paniso" y restos de comida = pavo de 20 kilazos