jueves, 15 de mayo de 2008

No tengo un buen día

Hoy no tengo un buen día, por lo que este post creo que quedará un poco triste.

Es duro ir diciendo adiós... a todos los compañeros que van dejando la obra. Durante los tres años (largos) que llevo aquí se han marchado... ... espera que cuente... buf!! me salen 25 y eso que no estoy muy despierta.

Es parte de este trabajo la movilidad de la gente. Pero la mayoría de las veces las obras no duran tanto tiempo ni mueven tanta gente.

Gente con la que compartí muchos ratos, buenos y menos buenos, claro, tratándose de trabajo. Pero como la mayoría venimos de fuera, acabamos siempre haciendo piña, saliendo juntos, organizando cenitas, y al final... algunos hasta vivimos juntos.

A otro, alguien le convenció para venir acá haciéndole creer que esto era casi como un campamento de verano..."Ya verás, qué bien lo vas a pasar,... una gente muy maja... salen juntos... hacen excursiones... organizan actividades..." pero al final no congenió con nadie y se marchó pensando que éramos todos unos bordes, y que "habíamos urdido una confabulación contra él"

Otro... vino con su mujer y su hijo de menos de un año. Y la mujer acabó yendo a la peluquería cada día "para tener alguien con quien hablar"

Otros no se adaptaron a vivir en una isla. A no poder coger el coche y hacer kilómetros. A no tener centros comerciales, a que las tiendas cierran los sábados, a que sólo había un cine (ahora ya hay cinco salas), a que en invierno sólo hay un garito abierto después de las 10, a que tu familia no viene a verte, porque lo de los aviones no lo ven tan fácil como tú...

Otros buscaron (y encontraron) nuevas oportunidades profesionales, o se marcharon a organizar su vida más cerca de sus seres queridos, DE SUS AMIGOS DE VERDAD, que es como aquí llamamos a los amigos que no tienen nada que ver con tu trabajo..."¿Hoy no viene Fulano? No, es que han venido SUS AMIGOS DE VERDAD de Barcelona... y se han ido a Ciutadella"

Otros, simplemente se hartaron de aguantar los gritos del jefe de obra, sus sarcasmos, o sus modales de cacique bananero. Y pensaron que todo el dinero no era suficiente para pagar eso.

Otros se han llevado de aquí amores y desamores, han concebido sus hijos (Mucha suerte, Loli), los han parido (enhorabuena, Manolo y Betty) o los han hecho crecer, como Eladia y yo misma.

Al final, como siempre, acabas llevándote medianamente bien con el 80 % de la gente, no soportando al 10%, y haciendo una gran amistad con el otro 10%.

A primera impresión creo que superaré este 10%, aunque aún no me ha llegado la hora de hacer balance. Gracias a todos los que habéis ayudado a que estos tres años hayan sido MARAVILLOSOS-

1 comentario:

boticcario dijo...

Bueno, si te sirve de consuelo se lo que sientes. Durante cinco años estuve desplazado (pero dentro de la península). Se lo que es hacer amigos en la misma circunstancia que tú, y se los que son los AMIGOS DE VERDAD.
Al final fui de los que acabé volviendo a mi origen.

Besos