Cómo vivimos la crisis en nuestra pequeña comunidad

Resulta bastante agobiante no poder abrir un periódico ni encender la televisión sin verte acosado y machacado con las cifras y letras de la crisis.

Es obvio que nuestra situación ha cambiado, y mucho.

Cuando hace año y medio nos juntamos para compartir la casa éramos cuatro trabajadores en activo (y bien pagados) y un pasivo que era mi hijo. Nuestra renta disponible era entonces bastante abundante.

En poco tiempo, JJ fue el primero en pasar al paro. Pero se dedicó a disfrutar de su "año Jacobeo" y a hacer prácticas de supervivencia económica y real, yéndose a recorrer el "camí de cavalls" sense cavall.

Después de este verano, JR y Fer han terminado también sus trabajos. Y han pasado de ser técnicos bien cualificados a aparejadores en paro como tantos. Fer continúa con nosotros aunque es poco comunicativo por el blog: es un poco novato en esto de internet y la comunicación no verbal. Está perfectamente integrado en la sociedad menorquina y disfruta de la naturaleza, se dedica a pescar, a hablar con otros menorquines...

En otro tiempo nos quejábamos de que eran un poco pesados (los menorquines) por el hecho de que acostumbran a trabajar menos de seis meses al año -lo que dura la temporada- y el resto del año se aburren soberanamente y no comprendían que nosotros pudiéramos trabajar -o simplemente estar, la mayoría de las veces- tantísimas horas en la obra o en la oficina. Y como trabaras amistad, o algo más, con cualquiera de ellos se convertían en poco menos que acosadores: te llaman varias veces al día, te mandan mensajes por el móvil por cualquier cosa o se te plantan en casa o en el trabajo sin previo aviso: "Pasaba por aquí, a ver qué hacías" "¿Salimos a tomar algo?" "Pudem quedar?". Y esto, después de una jornada de diez horas, no siempre nos caía bien.

Ahora los vamos entendiendo mejor.

La verdad es que es difícil notar la crisis en un entorno como éste.


Sé que muchos de vosotros no conocéis Menorca, más allá de la imagen turística de sol y playa

pero aunque las vaquitas parece que no tienen problemas de hipotecas, la Kraft Foods -en su día compradora de la fábrica de El Caserío- ha decidido cerrar esta planta y trasladar la producción a Bélgica. Y cómo les explicamos a las vaquitas que en lugar de dar leche ahora van a dar chuletones!!

JR se marcha a Madrid, mientras le queden fondos de su finiquito, para disfrutar del rollo "Sex and the City". Quizás cuando el tiempo mejore y la economía empeore vuelve a pedirnos que le hagamos un sitio.

JJ, el pobre, cuando acabó su prestación por desempleo encontró trabajo en una carpintería de acá. Pero anda un poco deprimido, porque cobra menos ahora que cuando estaba en el paro. Todo lo bueno se acaba.

Merche, que viene a ocupar la habitación de JR, apenas había hecho pública su intención de mudarse a Ca'n Friki cuando le han comunicado también el despido!!!!! Le tocan dos años de descanso pagado.

Y quedo yo. A mí ya me han dicho (con la débil garantía que esto pueda suponer) que seguiré en la obra hasta el final, o sea, hasta junio. Bueno: pues me voy a convertir en el cabeza de familia.

A pesar del tono pesimista, evidentemente contagiado por el entorno informativo, no estamos nada mal. Si hay un sitio donde se pueda pasar esta crisis sin pena alguna es Menorca. Y si hay un sitio donde la gente esté menos endeudada es Menorca. Y si hay un sitio donde haya menos tentaciones de consumir, y donde se necesite menos dinero para salir a la calle es Menorca.

Y si no se acaba la crisis, pues criaremos gallinas, cerdos y vacas. El huerto ya lo tenemos, con permiso de JJ.

Besos a todos